Un trabajo revelador sobre la cultura de género que explora cómo el movimiento de mujeres ha evolucionado hasta convertirse en "Girls Gone Wild" en un nuevo chovinismo autoimpuesto. En la tradición de Backlash de Susan Faludi y The Beauty Myth de Naomi Wolf, la periodista Ariel Levy estudia los efectos del feminismo moderno en las mujeres de hoy.
Conozca a la Chica Cerda Machista - la nueva marca de la "mujer empoderada" que usa el conejito de Playboy como talismán, exhibe todo para "Girls Gone Wild", persigue el sexo casual como si fuera un deporte, y abraza la "cultura del raunch" dondequiera que lo encuentre. Si los cerdos machos chauvinistas de años pasados pensaban que las mujeres eran trozos de carne, las cerdas machistas de hoy en día les están haciendo algo mejor, haciendo objetos sexuales de otras mujeres, y de sí mismas.
En su búsqueda para descubrir por qué está sucediendo esto, Levy entrevista a mujeres universitarias que posan para las cámaras en las vacaciones de primavera y a adolescentes criadas con Paris Hilton e implantes mamarios. Examina una cultura en la que cada video musical parece incluir a una stripper en un poste, las memorias de estrellas pornográficas están escalando las listas de los más vendidos, los atletas olímpicos desfilan con sus ingles brasileñas en las páginas de Playboy, y los tangas se comercializan a niñas preadolescentes. Levy conoce a las mujeres de alto poder que crean la cultura del raunch, las nuevas guerreras de los mundos corporativo y de entretenimiento que defienden con entusiasmo sus esfuerzos para ser "uno de los chicos". Y la historia de esta tendencia se remonta a los conflictos entre el movimiento de mujeres y la revolución sexual que durante mucho tiempo no se ha resuelto.
Levy desmonta el mito de la Chica Cerda Machista y argumenta que lo que ha sucedido para liberar la rebelión es en realidad una especie de conformidad limitante. Irresistiblemente ingeniosa y malvadamente inteligente, Chicas cerdas machistas argumenta que el aumento de la raunch no representa lo lejos que han llegado las mujeres; sólo prueba lo lejos que les queda por llegar.
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